domingo, 2 de febrero de 2014

"El ultrafondista siempre pasa por algún mal momento"

Un momento de descanso durante el Test de 30 horas a Guardamar

Día y medio después de acabar el test más importante ante el @DesafioCrohn de finales de mes, Miguel Angel Rodríguez, dice sentirse "muy bien" de cara afrontar el reto, "tanto desde el punto de vista físico como psíquico". Este ultrafondista, que ya hizo en verano la Madrid-Gijón-Madrid, de 1.200 kilómetros, en 76 horas, tiene en su cuerpo la posibilidad de batirse un nuevo reto: las 48 horas que, en forma de desafío, tendrán en los enfermos de Crohn el principal destinatario de su esfuerzo. 



Cómo será que, tras el que el test del pasado sábado en el que realizó 507 kilómetros en aproximadamente 24 horas, Miguel Ángel, como todos los domingos, se volvió a subir a su bicicleta para hacer dos horas más con la Penya Ciclista de Massamagrell. Y más aún, después 3 horas más en su rodillo Bkool. Los resultados del test han sido tan buenos que no lo ha dudado

 "No estaba previsto salir el domingo, pero me he encontrado tan bien que he cambiado el plan y he podido completar cinco horas también hoy", asegura Miguel Angel. "Tanto de piernas, como de pulso y de tensión he acabado perfectamente", añade. Y es que cualquier cuidado y atención es poco. Mira y sigue todos los registros. Además de la tensión, las pulsaciones y el motor de las piernas, la alimentación y el sueño son los otros grandes pilares de su preparación.

El ciclista afincado en Massamagrell aseguró que, durante el test que le llevó hasta Guardamar no pasó ningún momento especialmente malo. "Ahora, el ultrafondista que diga que no ha pasado ningún momento malo durante una prueba de larga distancia... ". Personalmente, y en cuanto al Desafío, Miguel Angel dice que hay dos momentos que teme: "Suele darme un bajón (de sueño) de madrugada, alrededor de las 4, y por la mañana, sobre las 11. Por lo menos en mi cuerpo, me pasa así... Una vez superados esos momentos, luego no tengo ningún problema ". Y es que no tiene ninguna duda de que el objetivo es más que posible. "Yo visualizo el Desafío y lo tengo planificado mentalmente. Por tiempo, ningún problema. Psíquicamente, también estoy preparado. Cuando decidí hacer las 48 horas lo hice porque me veo capacitado, pero no es fácil física y psíquicamente hacer eso.

Desacanso activo

Esta semana parará, pero no de forma total. "Ahora ya le he dicho a El Maño (su fisioterapeuta y amigo) que ahora le toca a él. Yo ya he hecho mi trabajo, ahora le toca a él recuperar el cuerpo", comenta. A pesar de la parada técnica, el próximo fin de semana tiene previsto hacer otro test. Éste de menor duración, pero ya en rodilla. Y para ello tiene previsto desplazarse a Onda. A partir de ese momento, mantenimiento y a controlar los nervios. El Desafío está ahí.

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